Aceptaban hacer abortos en el octavo mes de embarazo. Dos de las clínicas tenían trituradoras de fetos escondidas en los lavabos. La asociación E-Cristians tacha de «inexplicable» la actuación de Sanitat por "no controlar los abortos". La Xarxa de Dones per la Salut dice que la detención de los médicos es un ataque al derecho del aborto.