Ayer por fin pudo alcanzarse una zona denominada "La Barreta", un tronco incrustado en el muro de la fortaleza de Kuélap, que hasta ayer no habían podido alcanzar los arqueólogos e investigadores. El hallazgo consiste en una cueva en la que se encontraros restos de cerámica y enterramientos que al parecer habían sido profanados por los incas al lograr conquistar la fortaleza y con ella, anexar a los Chachapoyas a su vasto imperio. Un capítulo olvidado de la historia que hoy se se puede recuperar con la ayuda del Proyecto Ukhupacha.