No hace falta tener una vista perfecta para darse cuenta, nada más entrar en el local de Optimarket, de que no tiene nada que ver con las ópticas tradicionales. No hay nada que recuerde a una clínica, ni batas blancas, ni ambiente aséptico. En su lugar, una música de baile invita a entrar a un espacio moderno, donde prima el diseño.
Comentarios
Cierto. Ahora no tienes mas guebos que tener que ponerte una mierda de gafas cuadradas por cojones. No hay manera de encontrar otra cosa.