Los organismos a los que les funcionaba el circuito cerebral de motivación y recompensa para comer, sobrevivían mejor que los dotados con circuitos mediocres. Comían más y sobrevivían. A los que les gustaba hacer el amor, más que a otros, y menos barreras se interponían a su deseo, garantizaban mejor la perpetuación de la especie. Cómo explicarse la capacidad infinita de la gente para hacerse infeliz. ¿Cuál es la razón evolutiva detrás de ese propósito estrafalario?
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Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas, un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna (Groucho)