Jaume Matas no descansa. Lleva un verano frenético. Su agenda está más apretada que cuando era president del Govern o ministro de Aznar. Ayer le tocó el turno al todopoderoso don José María Rodríguez que se sentó a manteles en un restaurante del Passeig Marítim de Palma.
Comentarios
Lo divertido es el miedo que tiene Bauzá a esa popularidad. ¡Pelea a cuchillos ya!
¿Pagaron con tarjeta o con sobre?