Sin texto, sin estructuras. Sin nada. Lanzados al vacío del escenario sin ningún tipo de arnés, y vendidos ante las directrices del público. Así es el teatro de improvisación, una técnica que en los últimos tiempos ha sabido llenar las salas alternativas de Barcelona, Madrid y Valencia.
La improvisación da una frescura y una originalidad que nunca se puede dar en un texto escrito y ensayado. A quien le interese le recomiendo el libro "IMPRO: improvisación y el teatro" de Keith Johnstone. Muy ameno, divertido y didáctico aunque no hagas nunca teatro.
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La improvisación da una frescura y una originalidad que nunca se puede dar en un texto escrito y ensayado. A quien le interese le recomiendo el libro "IMPRO: improvisación y el teatro" de Keith Johnstone. Muy ameno, divertido y didáctico aunque no hagas nunca teatro.
Qué horror.