Melba Jácome, de 51 años, se enfrenta por primera vez a una contienda electoral en busca de la presidencia de la república, dice que por convicción propia y con el respaldo más influyente, “el de Dios”. Empresaria, pastora evangélica y conferenciante. Nunca antes hizo política pero su postulación responde a la necesidad de ver a una nación levantada económica y espiritualmente, dice.
Comentarios
El segundo nombre aquí en España daría para mucho juego.