Publicado hace 11 años por srCarlosJesus a nationalgeographic.com.es

El veraneo se convirtió en una moda, un signo de distinción social. Todos se iban al mismo tiempo, a las mismas zonas, para lucirse ante los demás y no ser menos que nadie. Irse al campo requería preparativos considerables. Los criados empleaban por lo menos un mes completo en reunir todo lo necesario para el retiro y embalarlo en grandes baúles. «Hoy en día el campo condiciona más que la ciudad», se quejaba un sirviente en una obra de Goldoni, agobiado ante el montón de oropeles, cofias de día, gorros de noche, encajes, mantones y mantillas