Una mujer de 40 años de Málaga se ha convertido en la última víctima de las operaciones de estómago para controlar la obesidad mórbida. La cirugía, que en este caso consistió en la colocación de un baipás gástrico, fue la solución extrema después de años de dietas sin éxito, pero su cuerpo no resistió las complicaciones derivadas del posoperatorio.