Los vecinos del número 66 de la calle de Sierra de Aralar, en el barrio donostiarra de Loiola, alertaron el pasado lunes a la Guardia Municipal del fuerte hedor procedente de una vivienda del sexto piso, en la que vivían una mujer de unos 67 años y su hija de 32. Cuando los agentes llamaron al timbre pasaron unos minutos hasta que la hija les abrió, el mal olor se intensificó y los agentes entraron. En el salón, tumbada y sin vida, yacía la madre en un estado avanzado de descomposición.
Comentarios
Parece que tristemente esta práctica se está poniendo de moda; relacionada: Un vecino de Girona vivió con el cadáver de su padre sentado a la mesa durante cuatro meses
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adn.es"Ya me extrañaba que no me pusiera toque de queda desde hace algún tiempo"- declaró la chica al ser detenida.
que peste...............