Resulta que en vez de proferir medidas para la reducción de emisión de gases y la producción de energía limpia el protocolo de kyoto y los estados que lo han firmado propugnan la plantación de bosques para compensar las emisiones. Las empresas pueden "comprar" derechos de emisión a cambio de invertir en bosques o plantar los suyos propios. A mi personalmente me parece una verguenza. La lucha contra el cambio climático debería basarse en la eficiencia y las buenas prácticas.
Comentarios
que poquito haces Narbona