Hace ya unos meses, alrededor de las nueve de la noche del pasado 8 de febrero, Gas Natural Fenosa dejó mi casa como Pearl Harbour en las navidades de 1941. Una subida de tensión fulminó el ordenador portátil con el trabajo de un par de años, ocho bombillas y una plancha que estaba siendo utilizada y terminó, literalmente, ardiendo en llamas. Durante la siguiente hora, ya con todos los electrodomésticos en modo unplugged, continuaron las subidas de tensión tanto en la casa como en sus habitantes...
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Los de siempre; telefonía, electricidad, grandes superficies,... sin vaselina