Nuestros derechos fundamentales están en juego. Nos los están arrebatando como condición necesaria para poder ejecutar las medidas de corte neoliberal impuestas por la Troika. La lucha y la organización social son imprescindibles para frenar dicha vulneración y la conquista de nuevos derechos. Los límites de los derechos los hemos de marcar aquellos que aspiramos a ellos. Es por ello que son los escraches los que prefiguran nuestros futuros derechos, son los desobedientes los límites y presionan para que quepa lo que antes no entraba...
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