Con el fantasma de Irak y Vietnam flotando sobre su cabeza, Barack Obama ha marcado severos límites de objetivos y de tiempo en su nueva estrategia para Afganistán, donde el despliegue de 30.000 soldados más se verá condicionado a la colaboración eficaz de las autoridades afganas y al compromiso de poner fin a la guerra cuando la misión antiterrorista haya sido cumplida, en un plazo aproximado de...