Y un día, un tipo llamado Carlos les escribió enviando su currículum, (Ainhoa está segura de que varias empresas recibieron ese mismo e-mail esa mañana) y recibió una respuesta arrogante del cabecilla de todo este proyecto. Y, magias de internet, un jurado popular se está dedicando a tirar por tierra el trabajo de tanta gente. Del mismo Nicolás Alcalá que, si olvidamos por un momento su “falta” (pues no ha cometido ningún crimen), ha trabajado.
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A la porra.