Parafraseando a Peter Schöffer, sobrino de Johannes Fust, el banquero que financió la imprenta de Gutenberg y luego se quedó el invento: "...es un fin muy loable, pero a la postre la mayor parte de la gente no sabe leer. Y aunque aprendieran, cosa harto improbable ¿cree que llegarían a apreciar toda la riqueza y la cultura que se encierra en esta sala? Dejemos la literatura para los que pueden apreciarla y, sobre todo, pagarla."
Comentarios
Genial relato y gran reflexión final.