Cuántas veces en mi adolescencia habré oído esa maldita frase salir de los labios de mi madre, el tiene ya "n" años y no lo va a cambiar nadie aunque tenga razón... es como si la experiencia, lejos de ofrecer contraste y empatía con los demás, cerrase más la visión de túnel y añadiese miopía, abtismatismo y hasta aberración cromática a sus percepciones de la realidad. Muy frustrante, sobre todo cuando se enorgullecen de esa misma experiencia para poner por encima su consejo/opinión sobre la tuya.
Comentarios
Cuántas veces en mi adolescencia habré oído esa maldita frase salir de los labios de mi madre, el tiene ya "n" años y no lo va a cambiar nadie aunque tenga razón... es como si la experiencia, lejos de ofrecer contraste y empatía con los demás, cerrase más la visión de túnel y añadiese miopía, abtismatismo y hasta aberración cromática a sus percepciones de la realidad. Muy frustrante, sobre todo cuando se enorgullecen de esa misma experiencia para poner por encima su consejo/opinión sobre la tuya.
Magnífico artículo.
Gracias por el link