La investigación y la innovación repercuten en el bienestar de una sociedad, y hemos de empezar a considerarlos como un servicio a demandar con el objetivo de mejorar nuestra calidad de vida. Hemos de ser conscientes de que la investigación y el desarrollo no tienen que tener siempre fines lucrativos, y que su finalidad social no es por ello un desperdicio sino que a la postre esto se ve reflejado en los condiciones de vida de la gente.
Comentarios
Buen enfoque, interesante.