Cuando una está embarazada, la pregunta que tendrá que oír más veces -y durante el embarazo se oyen muchas preguntas incluso de gente desconocida- es si ya conoce el sexo del futuro bebé. Este artículo reflexiona sobre lo que significa dicha pregunta en la sociedad y la diferencia básica para la autora entre un hombre y una mujer: el miedo adquirido a la propia sexualidad.
Comentarios
Curiosamente, cuando digo que prefiero una hija, son las propias mujeres las que me dicen que son más caras.
Yo prefiero una hija.