El presidente dirige la acción del Gobierno, y este la política interior y exterior, la Administración civil y militar y la defensa del Estado, de acuerdo con las leyes y la Constitución Española (artículos 97 y 98). Es decir, es el máximo responsable de la política formal. No es el único, pero sí es su deber ser el primero en reaccionar. Es una cuestión ejecutiva y, también, moral.