Que llevan un ritmo de vida que no se puede aguantar. Yo estuve hace menos de un mes en japón y es cierto. En el tren o metro van todos fritos, y sorprendentemente se despiertan al llegar a su parada. Te quedas flipao. Los hay que se quedan dormidos de pie y cogidos al asidero con una mano. Al final conseguí dominar la técnica de dormir y despertar en mi parada, pero te la juegas.
Hay que tener en cuenta que van con unas prisas que no veas, trabajan tela y comen muchas veces de pie, o sentados pero en 5 minutos, un cuenco de ramen, soba o udon y a zumbar de nuevo.
Todo lo que recibo de japón me confirma el precio gigantesco que han pagado por su capitalismo a ultranza, una sociedad que o se ancla en el casposo pasado o pierde sus valores, de contrates gigantescos, sin rumbo, ni metas y con un futuro seguro que peor que su presente. Una sociedad en completa decadencia,
y aún así, un lugar maravillosamente distinto y hermoso, unos días claro.
Comentarios
Que llevan un ritmo de vida que no se puede aguantar. Yo estuve hace menos de un mes en japón y es cierto. En el tren o metro van todos fritos, y sorprendentemente se despiertan al llegar a su parada. Te quedas flipao. Los hay que se quedan dormidos de pie y cogidos al asidero con una mano. Al final conseguí dominar la técnica de dormir y despertar en mi parada, pero te la juegas.
Hay que tener en cuenta que van con unas prisas que no veas, trabajan tela y comen muchas veces de pie, o sentados pero en 5 minutos, un cuenco de ramen, soba o udon y a zumbar de nuevo.
Si #1,
muy interesante información, de verdad.
Todo lo que recibo de japón me confirma el precio gigantesco que han pagado por su capitalismo a ultranza, una sociedad que o se ancla en el casposo pasado o pierde sus valores, de contrates gigantescos, sin rumbo, ni metas y con un futuro seguro que peor que su presente. Una sociedad en completa decadencia,
y aún así, un lugar maravillosamente distinto y hermoso, unos días claro.