Este año usted y yo no nos hemos entendido muy bien, ya lo recordará. Hasta cinco veces nos vimos por no sé qué impreso. Menos la fotografía de la primera comunión y mi colección de sellos albaneses, creo que le llevé todos los papeles que tenía en casa. Y con ese trajín absurdo por un impreso, que luego descubrimos usted y yo que no era necesario, fueron pasando las semanas. Ya sabe usted que yo trabajo y no era fácil encontrar mañanas para perderlas en su egregia compañía.
Comentarios
La verdad es que sí que dan ganas de coger el quimicefa. Sobre todo cuando eres de los que hasta devuelven las vueltas de más si la cajera se equivoca, y pagas tus impuestos aunque te revienten la extra.
País!