Nosotros, los mal llamados sapiens somos quienes somos fundamentalmente por dos razones, la primera es que en nuestra carga genética todavía tenemos hasta 4 por ciento del ADN que nos legaron nuestros primos los neandertales hace 40 mil años y la segunda es que nuestro proceso formativo ha estado marcado y muchas veces intervenido desde el nacimiento por conceptos, ideas, y valores.