Nuestro Mariano quiso jugar a ser mayor, quiso que el mundo entero viese que él era un estadista de alto calibre, de esos que negocian en grandes cumbres el futuro de naciones enteras y que con sus discursos, respetables o no, pasan a la historia. Pero lo que Mariano consiguió no fue eso, sino aparecer como una quimera patética, como el transformista mal maquillado de un ajado cabaret.
Comentarios
Rajoy, Franco, Rouco Varela, joder... en Galicia no somos así...
#2 Ni en Valencia somos como ...eliga usted el personaje. Salu2
#2 Pepiño Blanco, Fraga, Francisco Vázquez, Baltar... ¡se me hincha el pecho de orgullo!
Va camino de Salazar...
Si hace 200 años teníamos al rey felón, la espiral de la historia nos ha conducido al presidente felón.