El régimen sirio se halla debilitado militarmente y bajo una creciente presión diplomática de la comunicad internacional. El ejército ha abandonado las provincias y trata de crear un cinturón de seguridad en torno a Damasco. Algunos observadores estiman que los días del presiente Bachar el Assad están contados. Inclusive Rusia parece mostrarse menos determinada en su apoyo a Damasco.