Dos estudiantes han conseguido, en apenas tres tardes, reprogramar una máquina de votación electrónica para poder jugar al pacman, sin romper ninguno de los sellos o precintos que aseguran la inviolabilidad de las máquinas. En vez de reprogramarla para robar votos, eligieron jugar al clásico de namco.
Una muestra más de que el voto electrónico no es fiable en absoluto. Yo prefiero las papeletas de toda la vida, que son más difíciles de trucar, y si hay pucherazo se pueden volver a contar.
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Una muestra más de que el voto electrónico no es fiable en absoluto. Yo prefiero las papeletas de toda la vida, que son más difíciles de trucar, y si hay pucherazo se pueden volver a contar.