Dice el refrán que lo que no se va en lágrimas se va en suspiros y mucho me temo que estos días nos van a cambiar las lágrimas por el sueldo y los suspiros por los impuestos, es inevitable, sin quererlo nuestros ingresos se verán mermados bien por suspiros o bien por lágrimas. Vaya drama. Vemos por tanto que se acerca una temporada de llantos pero como desde aquí, pese a todo, siempre hemos apostado por el optimismo vamos a buscar los beneficios de llorar
Comentarios
Sobreviviendo a la bajada de pantalones.
Sueldos llevados a su mínima expresión y (como he leído por ahí) que te pidan experiencia en SAP para ser carretillero.
La primera bajada se lleva con resignación. La segunda escuece. La tercera cabrea, y ya después te buscas otro curro.