Una pareja que tenía unas pancartas de campaña a favor de Obama notaron que todos los días estas aparecían con huecos y maltratadas, cansados de reemplazarlas llamaron a la policía seguros de que algún vecino republicano les estaba dañando sus pancartas pero se llevaron una gran sorpresa al ver quienes eran los malechores.
Comentarios
Un ciervo se comió sus pancartas. Fin.