Un año después del nacimiento de la República de Sudán del Sur, el país más joven del mundo sigue luchando para mantenerse a flote con un Gobierno incapaz de ofrecer los servicios básicos a los ciudadanos, que recurren a las ONG para cubrir sus necesidades. El panorama actual es desalentador a causa de la suspensión de la producción de petróleo, de la llegada de un gran número de sursudaneses procedentes del vecino Sudán, del alto nivel de analfabetismo y de unos servicios sanitarios ineficaces.
Comentarios
Otra "independencia y libertad", que solo ha servido para que unos pocos se convirtieran en dueños de un pais.
Normal, ¿Qué esperaban?