A sangre fría y con «premeditación». «Un atentado terrorista», en palabras de Alfredo Pérez Rubalcaba. El conductor del jefe de la Policía local y un viejo conocido de las tropas españolas, convertido desde hace dos meses en un infiltrado de los talibanes en la base de Qala-i-Naw, acribilló ayer a quemarropa y sin previo aviso a dos guardias civiles y a un traductor, que adiestraban a un grupo de policías afganos en las instalaciones militares españolas.
Comentarios
¿Esto no es más de lo mismo?
Pues no, amplia bastante info.