La Unión entre Inglaterra y Escocia ha cumplido trescientos años. El longevo matrimonio, sin embargo, puede que no dure mucho más. La reforma territorial impulsada por Tony Blair, basada en una autonomía a la carta, ha atendido una demanda real de regionalismo de Escocia, pero también ha potenciado enormemente el deseo de diferenciación. Hoy en día el 52% de los escoceses se muestran favorables a la separación y el 60% de los ingleses apoyan la independencia de Escocia.
Comentarios
ostia nua democracia donde la mayoria decide lo que se hace!! independientemente de anticuado volalores de grandeza e imperialismo, muy bien opr ellos...