La Universidad de Oviedo se suma a la carrera de las Universidades públicas que, en vez de acometer expedientes para obligar a adaptarse a los profesores a las nuevas tecnologías, o sancionar a quien no imparte clases, opta por prejubilarles con una generosa subvención y conservando las retribuciones a cargo del Estado. Hace cinco años se extendió la edad de jubilación de los profesores a los 75 años porque había que aprovechar su sabiduría y ahora se reduce a los 60 por lo contrario.
Comentarios
Hombre, hay que tener que hay cada 'dinosaurio' en las universidades que no vendrian mal un poco de renovacion. Total, no se esta hablando de que les echen a la calle, no?
Ironías de la vida. Aunque hay que decir que el trabajo de profesor es muy estresante. Pero otros trabajos también lo son. ¿Tolerancia o injusticia?