El ocular de una sola lente, un elemento apreciado por militares del siglo XIX, magnates indeseables y Mr. Peanut, se vuelve a situar en las cuencas oculares de los aspirantes a caballero distinguido en su búsqueda de la emulación perfecta de los rostros severos de sus homólogos de antaño.
Comentarios
#0 Well done!
#2 Me llamó la atención este artículo del NY Times.
En Menéame hace mucho que había vuelto: #monóculo.
Sino mirad a los que votan negativo a idealista.com por tener una imagen corporativa que les rompe sus anticuados esquemas mentales.