Sería entrar en una dinámica aún más perversa de la ya repugnante dinámica actual de intercambio de disparos de barro nauseabundo. Si bien es cierto que esto es la reacción a una parte de la justicia, su facción más casposamente cavernaria, que ha decidido ser colaboradora necesaria tomando parte de manera flagrante y metiendo sus narices togadas en ámbitos que no le correspondían. Sólo hay que leer los argumentos del actual Tribunal Supremo contra la aplicación de la Ley de Amnistía para que entiendas que Manual Marchena y sus mariachis son una piara de prevaricadores que deberían estar en chirona de haber un tribunal de justicia por encima de ellos. Es lo que ocurre cuando los delincuentes afines al Partido Popular en vez de fundar el Partido Judicial deciden corromper uno de los poderes del Estado desde los tribunales de justicia a límites inasumibles en una democracia plena.
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Próximamente en sus pantallas:
El PP anuncia que denunciará al PSOE si el juez tumba la denuncia por difamación
Y el juez que tome la denuncia por difamación se la pasará previsiblemente por el escroto, y entonces tocará denunciar al juez.
Pan no hay, pero de circo y payasos estamos servidos
Sería entrar en una dinámica aún más perversa de la ya repugnante dinámica actual de intercambio de disparos de barro nauseabundo. Si bien es cierto que esto es la reacción a una parte de la justicia, su facción más casposamente cavernaria, que ha decidido ser colaboradora necesaria tomando parte de manera flagrante y metiendo sus narices togadas en ámbitos que no le correspondían. Sólo hay que leer los argumentos del actual Tribunal Supremo contra la aplicación de la Ley de Amnistía para que entiendas que Manual Marchena y sus mariachis son una piara de prevaricadores que deberían estar en chirona de haber un tribunal de justicia por encima de ellos. Es lo que ocurre cuando los delincuentes afines al Partido Popular en vez de fundar el Partido Judicial deciden corromper uno de los poderes del Estado desde los tribunales de justicia a límites inasumibles en una democracia plena.
Madre mía, pais de pandereta