Encontrar un camarero que no se contagie ni tampoco transmita el virus ha servido para poner a prueba el robot llamado Alexia. Basta con gestionar una programación previa en la que este androide con aspecto de persona, de 1,60 metros y 80 kilos, sea capaz de diferenciar la localización de las mesas en la terraza y ayudar a los camareros a la hora de servir los pedidos.
Comentarios
¡Sin mascarilla!
Le falta una actualización para empezar a repetir continuamente Matar humanos, matar humanos...