No hace falta un experimento rigurosamente científico para demostrar que las -en ocasiones masivas- pantallas de los coches son más peligrosas que los botones de siempre, pero el futuro de la automoción y el lujo pasan irremediablemente por la digitalización. Así nos encontramos con el nuevo Mercedes-Benz EQS y un conjunto de pantallas que forman una sola de un metro y medio, que hacen de puente de mando y que suponen que para un simple ajuste lumbar haya que pulsar cinco comandos táctiles. O el caso del nuevo nuevo smart
#1 y su regulación de