Según informa The Independent, el pasado mes de junio, el químico Duran Wass de la Universidad de Bristol (Reino Unido), presentó en una reunión de la Royal Society un material que se auto-repara y aseguran que, en los próximos cinco años, estará listo para integrarlo en las pantallas de los smartphones. Cuándo el móvil se rompa y aparezcan grietas, esta nueva tecnología liberará un líquido en ellas, que las endurecerá con un resultado casi invisible a la vista del ojo humano.