En un mundillo donde se paga más por recuperar cosas perdidas o por el recuerdo que se tiene de un objeto, decir que pagar 500 dólares por una versión en aluminio de una NES con capacidad para jugar juegos tanto japoneses (de la Famicom) como de occidente puede resultar estúpido. Por si no sabéis de qué hablo, me refiero a la Analogue NT. Sí, eso mismo, 500 dólares como precio de reserva.