En 2020, la empresa Solarwinds sufrió lo que a día de hoy se considera el mayor hackeo de la historia. Organismos gubernamentales como el departamento de Estado, el pentágono y empresas gigantes como Google o Microsoft se vieron infectadas por Sunburst, un malware que había sido inyectado a través Orion, el software más popular de Solarwinds y que utilizaban todas estas empresas y servicios del gobierno. A día de hoy aún no se saben las auténticas consecuencias.