El Sailing Yacht A, el yate a vela privado más grande del mundo, abandonó el astillero alemán de Nobiskrug la semana pasada con destino España, desde donde realizará sus últimas pruebas de mar en el Mediterráneo tras ser entregado a su propietario, el multimillonario ruso Andrey Melnichenko, propietario también del Motor Yacht A.