A finales del mes de marzo Google presentó por fin su respuesta a ChatGPT, Bard. Los resultados han sido mixtos. Aunque Bard es bastante avanzado (ha aprendido Bengalí por su cuenta, por ejemplo), tiene los mismos fallos comunes que otras inteligencias artificiales, incluida la tendencia a inventarse datos y citas. El lanzamiento del modelo GPT-4, que es ahora el motor de ChatGPT, también le ha restado algo de protagonismo a esta alternativa. Ahora, una investigación de Bloomberg revela que el lanzamiento de Bard no fue sólo apresurado, sino q
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