#8 #4 Pues más o menos lo que contesto en las anteriores preguntas. Me di cuenta cuando me vi teniendo que llegar a robar para poder consumir y cuando ne pasaba dias sin comer porque el dinero que tenía me lo gastaba en la base. El momento que dije basta fue bastante curioso, hice una cunda como tantas otras veces para ir al poblado y el conductor llevaba una perrita pequeña de 6 meses que se la había encasquetado otra toxicómana, estaba la pobre delgaducha, sucia y hasta colocada de respirar los vapores de la cocaina y de la heroína. Le dije que si me la regalaba que conmigo iba a estar mejor cuidada y así fue, me dejé parte del dinero que llevaba para la droga para comprarle comida, cosa que no hacía ni para mi, y decidí que para poder cuidarla en condiciones tenía que desengancharme. Y hasta hoy, aqui la tengo al lado 6 años después. Nos salvamos mutuamente de una vida asquerosa.