La censura mediática existe pero es mucho más sutil de lo que en principio pudiera parecer. En algunos periódicos, que supuestamente eran el adalid de la libertad de expresión, se han transformado en una inmensa maquinaria de propaganda a sueldo de los idearios de aquellos que pagan en especie, o en metálico vía inversión institucional. Sí, algunos lo han adivinado, me refiero al periódico El País.
Acabo de realizar una nueva prueba de verificación y me han vuelto a “filtrar” utilizando el perverso término de la nueva neolengua. Sí, sé que era tratar de publicar un comentario caustico, incómodo, hiriente pero lógicamente argumentado y más veraz, puesto que se basa en hechos, que algunas de las opiniones que se difunden en el mentidero en el que se han convertido los supuestos periódicos de cabecera, uno de los cuales, El País, llegó a ser en algunos aspectos una referencia internacional.
Sin duda este periódico ha demudado en un líbelo más, a sueldo de los lobbies, que actúa como una fina maquinaria de tribado, acorde con su nueva línea editorial, en su sección de comentarios.
A sabiendas de que no me lo iban a publicar, pues no es la primera vez que me ocurre, había llevado a cabo previsoramente una copia de seguridad que pego a continuación para que se pueda juzgar.
El artículo periodístico que quería comentar era este:
El temor al desplome electoral se extiende entre los dirigentes del PPCorrespondiente al enlace:
politica.elpais.com/politica/2018/02/27/actualidad/1519756716_914793.h
Y el comentario en cuestión, salvo errores tipográficos que acabo de corregir en una segunda lectura, era este en un 99% de fidelidad:
“””El PP es un cadáver andante pero sus representantes aún no lo admiten en público. La situación no es que sea preocupante, es que es de un: “sálvese quien pueda”. Las ratas, que son las primeras en abandonar el barco cuando este se hunde, ya han comenzado el ritual trasiego entre el PP y C’s. En cualquier caso, ambos partidos, si no llega a ser por el inconmensurable putridero de nauseabunda corrupción en el que se ha transformado esa organización delictiva, (no lo digo yo, lo dice la UDEF), que se denomina PP, son primos hermanos. Es evidente que se está produciendo un cambio de ciclo provocado casi exclusivamente por el fallecimiento inexorable de los colaboradores necesarios para mantener este chiringuito de depravación contable, sus votantes. Por tanto, la conclusión no puede ser más obvia, y es que estos delincuentes tienen sus días contados. Si a esto le añadimos que algunos de esos colaboradores pensionistas están empezando a experimentar en sus propias carnes las mentiras en su hipotético incremento remunerativo, el recambio se va a hacer más rápido de lo que los M. Rajoy y secuaces desearían para seguir robándonos. ””””
He estado analizando qué comentarios pasan el filtro del censor y cuáles no.
Es relevante que algunos comentarios podrían inclusive ser mucho más ofensivos que el que califica de ratas a los transfugas, pero en todos ellos hay un patrón estadístico, no involucran a C’s, como aspecto colateral, en el cuerpo del mensaje.
Estoy convencido de estar en una lista negra “gestionada” por un algoritmo informático pues intento de alguna manera trato de poner en entredicho la obvia línea de predilección política que pone de manifiesto esta publicación.
Querría advertir a los que llevan a cabo lecturas simplistas que la censura es mucho más sutil de lo que podría parecer. Se permite entrar sin problemas en la dinámica dicotómica del bipartidismo, en el típico argumentario del “y tú más”. De hecho hay mucho intercambio navajero y rifirrafes varios entre supporters del PP y el PSOE en este mismo artículo. Ambas facciones de forofos están, obviamente a sueldo, enmierdando con sus opiniones enlatadas provocando un persistente ruido mediático de baja intensidad para moldear y afianzar la opinión del lector que hace lecturas superficiales y que tiene una fuerte fidelidad en el voto de estas dos formaciones.
Me hace sospechar que el párrafo que no ha pasado la censura no es el que alude a que los votantes del PP, en el que dice que los mayores de 65 años se mueren y, por tanto, este partido se queda sin apoyo por desaparición de sus votantes. Lo que estoy casi convencido de que no ha pasado la censura es el párrafo que trata de evidenciar que el PP y C’s son más de lo mismo, con políticos que en el fondo tienen objetivos prácticamente idénticos y que los más avispados u oportunistas del partido que se hunde, ya están tomando posiciones en la filiación política naranja, a la que consideran el recambio natural.
Se vé que David Alandete, subdirector de este “periódico”, es el periodista, (esta denominación es un término más bien eufemístico), prototipo que tiene poder decisorio en el nuevo organigrama del periódico y es más que evidente que ha mostrado permanentemente en las “tontulias televisivas” sus predilecciones por el partido de moda, Ciudadanos.
Como conclusión puedo decir que estoy prácticamente convencido que se han dado órdenes precisas de podar aquellas opiniones que puedan incomodar la línea de pensamiento de los financiadores, entre ellos algunos accionistas de renombre del IBEX35, y que han decidido que hay que buscar un recambio gatopardista para la nueva derecha.
Hay que cambiar todo para que todo quede exactamente igual y Ciudadanos, a tenor de lo que vota, con quién vota, a quién apoya, quién le apoya y a quién bloquea está llevando a cabo ese papel de manera mas que excelsa, sublime.