Este año no ha sido bueno para el periodismo: muchos de nuestros colegas fallecieron en zonas de guerra y en ciudades de México, Honduras o Brasil. A la tragedia se sumaron despidos, cierre de medios y directivos prepotentes. Mientras todo esto ocurría, la política del
#TRABAJAGRATIS para periodistas experimentados y practicantes o becarios iba extendiéndose como la consigna de
#GRATISNOTRABAJO. El escenario no fue el mejor, porque ser periodista no es fácil, es una labor de 24 horas, donde nos jugamos el pellejo y la tranquilidad.