El equipo de Obradovic y Djordjevic hizo historia. Disputó la Euroliga en Fuenlabrada, de la misma forma que el Slobdna Dalmacija optó por A Coruña y el Cibona Zagreb recaló en Puerto Real. “Jugábamos al baloncesto. Así era como defendíamos a nuestro país. La cancha se convirtió en nuestra salvación”, explica Sasha Djordjevic.
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