La población reclusa se ha disparado un 70% en España en la última década, un crecimiento cimentado sobre todo en el gran aumento del número de presos extranjeros. Desde el 1 de enero de 2000, los internos españoles sólo han crecido en 10.700 personas (un 29%), mientras que los extranjeros lo han hecho en 18.100 (un 228%). Es decir, que en estos diez años, de cada diez personas que han ingresado en la cárcel, seis eran inmigrantes. ctualmente hay en las 87 prisiones españolas 75.212 reclusos, el 35% no han nacido en España
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