Nos encontramos en un pueblo rural de la sierra madrileña. Su hotel tiene la reputación de ofrecer buenas camas y buena comida, aparte de estar ubicado en un paraje idílico. Un lunes por la mañana aparece una joven, de apariencia refinada, que desea alojarse en el hotel por una noche. Se acerca al mostrador de recepción, donde está el dueño del hotel, para hacer la reserva. Dado que no lleva equipaje, el dueño del hotel le pide que le deje dinero como garantía de su reserva. La joven entrega un billete de 100 euros nuevecito y se despide...
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