El acusado se encontraba en el locutorio telefónico de su propiedad cuando llegó al mismo una joven a la que el hombre conocía porque su familia tiene un establecimiento en la zona.Supuestamente él trataba de ganar la confianza de ella, hasta el extremo de que, pasado algún tiempo, le ofreció de fumar, concretamente un cigarrillo.Resulta que, según la acusación pública, el cigarrillo estaba mezclado con hachís y aceites esenciales de plantas y maderas. Ella acabó mareándose. «Comenzó a sentir una sensación de obnubilación»
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