Deutsche Telekom -operadora alemana que pertenece en un 32% al Estado- ha anunciado que quiere que las compañías de comunicaciones del país cooperen para proteger el tráfico local de Internet de los servicios de inteligencia extranjeros cerrando una red propia de un modo parecido al de China o Irán. Esta protección no funcionaría cuando los usuarios alemanes navegasen en páginas alojadas en servidores extranjeros, como Facebook o Google.