Porque si a mí no me gustan, a mi familia tampoco, ni a mis amigos, ni a ningún otro conocido con el que haya surgido el tema... ¿quién queda? Ojo, que no hablo del eterno debate de la prohibición, sino de gustos. En toda mi vida sólo he visto a una persona decir claramente "a mí me gustan los toros", y fue en un foro de internet, donde las probabilidades de trolleo siempre son elevadas.
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